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martes, 1 de junio de 2010

EL EVANGELIO DE JUDAS








EL EVANGELIO DE JUDAS
Versión completa en español

Presentación por Gustavo Vázquez Lozano


Correspondencia e información para citar este artículo:
catpeople_2000 arroba yahoo.com

Se presenta a continuación la versión completa del “Evangelio de Judas”, documento del cual se tenía noticia desde el siglo II, gracias al testimonio de Ireneo y Epifanio, y presentado el pasado mes de marzo por la National Geographic Society en medio de un impresionante circo mediático. Frases como “El Evangelio perdido”, “El Evangelio prohibido”, y la entusiasta convicción de estar desenterrando la verdad oculta durante siglos, si bien fueron buenas para captar la atención del gran público y vender el producto, revelaron de National Geographic, más que un interés académico, la intención de subirse al carrusel del Código Da Vinci y su danza de millones de dólares.

Primero, un poco de historia. El códice fue descubierto en la década de 1970 en Egipto. Durante años estuvo resguardado en una caja de seguridad en Nueva York. Para llevar a cabo su traducción, se llevó a cabo un proceso de restauración impresionante, una de cuyas primeras fases fue el armado de más de mil fragmentos a punto de hacerse polvo. En diciembre de 2004 se llevó además a cabo una prueba de carbono 14, la cual fechó el papiro entre los años 220 y 340, en tanto que varios expertos paleógrafos coincidieron en señalar que se trataba efectivamente de un documento elaborado en Egipto entre los siglos 3 y 4 de nuestra era. Todo lo cual llevó a National Geographic a realizar el dramático anuncio de que el Evangelio de Judas era “auténtico”. Esta opinión que fue reproducida fielmente por diversos medios de comunicación.

Con todo, en medio de la tormenta mediática, nadie pareció reflexionar sobre qué debemos de entender por “auténtico”. Si por auténtico entendemos que el Evangelio de Judas no se trata de una falsificación moderna, entonces es auténtico, efectivamente. Nadie parece poner en duda que esta copia del Evangelio de Judas proviene del siglo 3 o 4 de nuestra era. Es de hecho un interesante documento que nos otorga una visión de una variante de cristianismo (gnóstico) que adquirió significativa fuerza en aquellos años. La cuestión de fondo es si el Evangelio de Judas narra eventos históricos de la vida de Jesús. Esto es un asunto completamente distinto. Aquí es donde herramientas como el análisis textual, el análisis de forma y el de fuentes pueden darnos las mejores respuestas.

Desde la primera lectura, el Evangelio de Judas se revela como un documento claramente gnóstico. El gnosticismo fue una filosofía oriental que alcanzó su mayor fuerza alrededor del siglo 2 y 3 de la era común, y que tomó prestados diversos elementos del judaísmo y del cristianismo. Los documentos más tardíos del Nuevo Testamento ya dejan entrever los primeros choques con el gnosticismo, pero es hasta el siglo dos cuando los gnósticos empiezan a producir decenas de “evangelios” y que la confrontación se da en toda su extensión. Para el gnosticismo, en apurado resumen, el mundo es la creación de un dios malvado –el dios del Viejo Testamento– y los seres humanos son emanaciones del verdadero Dios, mucho más poderoso y antiguo, chispas divinas atrapadas en cuerpos corruptibles y poco importantes. De ahí que el ascetismo marcado y la negación del cuerpo sea un aspecto clave del gnosticismo. Es sólo por medio de un conocimiento secreto que se alcanza la verdadera liberación y la reintegración al cosmos y al todo.

En particular, el Evangelio de Judas presenta una imagen muy distinta de Judas Iscariote, el discípulo que según la tradición canónica traicionó a Jesús entregándolo a las autoridades. En palabras de National Geographic, este documento nos presenta “una intrigante nueva visión” de Judas y las razones que tuvo para traicionar a su maestro. El evangelio muestra de hecho a Judas actuando a petición de Jesús, quien debe de liberarse “del cuerpo que me reviste”, es decir, deshacerse del cuerpo material para poder trascender a estados superiores, idea ajena al judaismo del siglo I y sí en cambio netamente gnóstica. Judas es aquí el único de los discípulos que entiende la verdad y a quien Jesús reveló los misterios del reino.

Pero aunque el Evangelio de Judas puede ser interesante para conocer la cosmovisión de un grupo gnóstico asentado en Egipto, tiene poca o nula información histórica sobre Jesús de Nazaret, no se diga sobre el propio Judas. Aunque parecen apreciarse diversas etapas en su redacción, en general tiene la forma de extensos “diálogos” entre Jesús y Judas Iscariote. Los “diálogos” fueron un género muy popular en la literatura gnóstica, por ejemplo en los “Diálogos del Salvador”, también de la época. La acción suele ocurrir después de la resurrección de Jesús durante una supuesta etapa en la que el cristo resucitado se apareció sus discípulos más cercanos para darles las últimas instrucciones y revelarles los secretos del cosmos. Aunque en el Evangelio de Judas la acción tiene lugar pocos días o pocas horas antes de la crucifixión, parece apreciarse una capa redaccional central en la que precisamente se reproducirían diálogos entre Judas y Jesús resucitado. Mientras en los evangelios sinópticos la predicación de Jesús es eminentemente pública, los gnósticos abundan en secretos y revelaciones privadas, como es el caso.

Más que palabras recordadas de Jesús, los evangelios gnósticos suelen contener elaboradas cosmovisiones y largos monólogos sobre el origen del universo y los poderes celestiales. Pero es difícil imaginarse a un judío del siglo I como Jesús hablando de “eones”, de los “siete niveles del cielo”, o de la compleja cosmología de luminarias, ángeles e inframundos que nos revela este documento, revelaciones que difícilmente se habrían conservado durante los primeros 30 o 40 años que duró la etapa de transmisión oral de las palabras de Jesús.

Efectivamente, como ya lo han demostrado ampliamente estudiosos como John Dominic Crossan, la transmisión del mensaje de Jesús de Nazaret en los primeros años del cristianismo se llevó a cabo por medio de la memorización de parábolas, el uso de palabras clave y sobre todo de aforismos cortos, fáciles de recordar, piezas de tradición que posteriormente los evangelistas recopilaron, redactaron, acomodaron por escrito en la segunda generación de seguidores del movimiento.

Descartando la historicidad de los extensos diálogos, ¿podría el Evangelio de Judas conservar una tradición distinta de la personalidad de Judas en el sentido de que màs que ser un traidor, actuaba por indicaciones de su maestro? Tampoco esta hipótesis parece razonable si nos atenemos al criterio del testimonio múltiple –brillantemente expuesto por estudiosos como John Meier–, considerando que cuando menos cuatro fuentes independientes (Marcos, Lucas/Hechos, Juan y Pablo) coinciden en señalar la traición por parte de un discípulo del círculo interno.

El valor del texto reside por tanto en la información que brinda para comprender mejor la tradición gnóstica y apreciar la abundante diversidad que el cristianismo primitivo presentaba ya en el siglo 2 de nuestra era.



EL EVANGELIO DE JUDAS
Versión completa
Traducción de Gustavo Vázquez Lozano

(Las palabras en paréntesis son reconstruidas.)

El relato secreto de la revelación que Jesús hizo en conversación con Judas Iscariote durante una semana tres días antes de que celebrara la Pascua.

Cuando Jesús apareció en la tierra, hizo milagros y grandes maravillas por la salvación de la humanidad. Y dado que algunos (anduvieron por) el camino de la rectitud en tanto que otros siguieron con sus transgresiones, llamó a los doce discípulos.

Comenzó a hablar con ellos sobre los misterios más allá del mundo y lo que sucedería en el final. Con frecuencia no aparecía ante sus discípulos como sí mismo, sino que se le veía entre ellos como un niño.

Un día estaba con sus discípulos en Judea y los encontró reunidos y sentados en observancia piadosa. Cuando (se aproximó) a sus discípulos, reunidos y sentados y ofreciendo una oración de acción de gracias sobre el pan, (él) se empezó a reír. Los discípulos (le) dijeron: Maestro, ¿por qué te ríes de (nuestra) oración de acción de gracias? Hemos hecho lo correcto.

Él les contestó y les dijo: “No me estoy riendo de ustedes. Ustedes no hacen esto por su propia voluntad sino porque es a través de esto que su dios recibe alabanzas”. Le dijeron: “Maestro, tu eres (...) el hijo de nuestro dios”. Jesús les dijo “En verdad (les) digo, ninguna generación de los pueblos que están entre ustedes me conocerá”.

Cuando sus discípulos oyeron esto empezaron a enojarse y se pusieron furiosos y comenzaron a blasfemar contra él en sus corazones. Cuando Jesús observó su falta de (entendimiento, les dijo): “¿Por qué les hace enojar esta agitación? El dios que está en ustedes y que (...) les han causado enojo (en) sus almas. El de ustedes que sea lo suficientemente fuerte entre los humanos, (que) traiga al ser humano perfecto y se ponga frente a mi”. Todos dijeron: “No tenemos la fuerza”.

Pero sus espíritus no tuvieron el valor de ponerse frente (a él), excepto Judas Iscariote. Él fue capaz de ponerse frente a él pero no pudo verlo a los ojos, y miró hacia otro lado. Judas le (dijo): “Yo sé quién eres y de dónde vienes. Eres del reino inmortal de Barbelo. Y no soy digno de pronunciar el nombre del que te ha enviado”.

Sabiendo que Judas estaba reflexionando sobre algo que está exaltado, Jesús le dijo: “Retírate de los otros y te diré los misterios del reino. Es posible que tu lo alcances, pero sufrirás mucho. Porque alguien más te reemplazará, para que los doce (discípulos) puedan otra vez llegar a ser completos con su dios”. Judas le dijo: “¿Cuándo me dirás estas cosas, y (cuándo) amanecerá el gran día de luz para la generación?”.
Pero cuando dijo esto, Jesús lo dejó.

A la mañana siguiente, después de que sucedió esto, Jesús (se apareció) a sus discípulos nuevamente. Ellos le dijeron: “Maestro, ¿a dónde fuiste y qué hiciste mientras nos dejaste?”. Jesús les dijo: “Fui con otra generación grande y santa”. Sus discípulos le dijeron: “Señor, qué es esa gran generación que es superior a la nuestra y más santa que la nuestra, que no está en estos lugares?”. Cuando Jesús oyó esto, se rió y les dijo: “¿Por qué están pensando en sus corazones sobre la generación fuerte y santa? En verdad les digo, nadie que haya nacido (en) este eón verá esa (generación), y ningún ejército de ángeles de las estrellas gobernará esa generación, y ninguna persona mortal por nacimiento se puede asociar con ella, porque esa generación no viene de (...) que se ha convertido en (...) La generación de personas entre (ustedes) es de la generación de la humanidad (...) poder, que (...los) otros poderes (...) por (los cuales) ustedes gobiernan”.

Cuando sus discípulos oyeron esto, todos se sintieron acongojados de espíritu. No podían decir una palabra.

Otro día vino Jesús hacia (ellos). (Le) dijeron: “Maestro, te hemos visto en una (visión), porque hemos tenido grandes (sueños...) noche (...).

(Él les dijo): “¿Por qué (ustedes...cuando) estaban escondidos?”

Ellos (le dijeron: “Hemos visto) una gran (casa con un gran) altar (dentro, y) doce hombres –son los sacerdotes, diríamos– y un nombre; y una multitud de gente está esperando en el altar, (hasta que) los sacerdotes (...y reciben) las ofrendas. (Pero) seguimos esperando”.

(Jesús dijo): “¿Cómo son (los sacerdotes)?

Ellos (dijeron: “Algunos...) dos semanas; (algunos) sacrifican a sus propios hijos, otros a sus esposas, en alabanza (y) humildad con el otro; algunos duermen con hombres; algunos se ven envueltos en (asesinato); algunos cometen una multitud de pecados y hechos fuera de la ley. Y los hombres que se presentan al altar invocan tu (nombre), y en toda la extensión de sus deficiencias, los sacrificios son efectuados hasta ser completados (...).

Después de haber dicho esto, se quedaron en silencio, porque estaban perturbados.

Jesús les dijo: “¿Por qué están perturbados? En verdad les digo, todos los sacerdotes que se presentan en ese altar invocan mi nombre. Nuevamente les digo, mi nombre ha sido escrito en este (...) de la generación de las estrellas a través de las generaciones humanas. (Y ellas) han plantado árboles sin fruto, en mi nombre, de una manera vergonzosa”.

Jesús les dijo: “A esos que han visto recibiendo las ofrendas en el altar – eso es lo que ustedes son. Ese es el dios al que sirven, y ustedes son esos doce hombres que vieron. El ganado que han visto acercar al sacrificio son todas las personas a las que han engañado frente a ese altar. (...) se pondrán de pie y harán uso de mi nombre de esta forma, y las generaciones de los justos permanecerán fieles a él. Después de eso otro hombre se pondrá de pie de entre (los fornicadores), y otro de los asesinos de niños, y otro de aquellos que duermen con hombres, y de aquellos que se abstienen, y del resto de la gente de la contaminación y la iniquidad y el error, y de aquellos que dicen “Somos como los ángeles”; ellos son las estrellas que traen todo a su conclusión. Porque se le ha dicho a las generaciones humanas: “Miren, Dios ha recibido su sacrificio de las manos de un sacerdote”, es decir, de un ministro del error. Pero es el Señor, el Señor del universo, quien ordena: “En el último día serán avergonzados”.

Jesús (les) dijo: “Dejen de sac (rificar...) que ustedes han (...) en el altar, porque ellos están sobre sus estrellas y sus ángeles y ya han llegado a su conclusión aquí. Déjenlos (...) ante ustedes, y déjenlos ir ( –aquí faltan como 15 renglones– ) generaciones (...). Un panadero no puede alimentar a toda la creación que está bajo el (cielo). Y (...) a ellos (...) y (...) a nosotros y (...).

Jesús les dijo: “Dejen de luchar contra mí. Cada uno de ustedes tiene su propia estrella y tod (os –aquí faltan como 17 renglones– ) en (...) que ha llegado a convertirse en (...primavera) porque el árbol (...) de este eón (...) por un tiempo (...) pero él ha venido a regar el paraíso de Dios, y la (generación) que durará, porque no sacrificará ni manchará el (camino de la vida de) esa generación, sino (...) por toda la eternidad.

Judas (le dijo: “Rabb) i, ¿qué clase de frutos produce esta generación?” Jesús dijo: “Las almas de todas las generaciones humanas morirán. Cuando estas personas, sin embargo, hayan completado el tiempo del reino y el espíritu las abandone, sus cuerpos morirán, pero sus almas estarán vivas, y serán llevadas a lo alto”.

Judas dijo: “¿Y qué harán el resto de las generaciones humanas?”

Jesús dijo: “Es imposible plantar la semilla en la (roca) y cosechar sus frutos. (Así es) también el camino (...) la generación (manchada...) y corruptible Sophia (...) la mano que ha creado a la gente mortal, para que sus almas suban a los reinos eternos de lo alto. (En verdad) les digo, (...) ángel (...) poder será capaz de ver que (...) aquellos a quienes (...) generaciones sagradas (...)”.

Y Jesús dijo esto, se fue.

Judas dijo: “Maestro, así como los has escuchado a todos ellos, ahora escúchame a mí también. Porque he tenido una gran visión”.

Cuando Jesús oyó esto, se rió y le dijo: “Tu, espíritu decimotercero, ¿por qué te esfuerzas tanto? Pero habla, y estaré acompañándote”.

Judas le dijo: “En la visión me vi a mí mismo mientras los doce discípulos me apedreaban y me perseguían (duramente). Y También llegué al lugar donde (...) tras de ti. Vi (una casa...) y mis ojos no podían (abarcar) su tamaño. Había grandes gentes rodeándola, y esa casa tenía un tejado de vegetación, y en medio de la casa estaba (una multitud –faltan aquí dos renglones– ) diciendo: “Maestro, llévame junto con esta gente”.

(Jesús) respondió y dijo: “Judas, tu estrella te ha extraviado”. Y continuó: “Ninguna persona que ha nacido mortal es digna de entrar a la casa que has visto, pues ese lugar está reservado para los santos. Ni el sol ni la luna gobernarán ahí, ni el día, pero lo santo siempre morará ahí, en el reino eterno con los santos ángeles. Mira, te he explicado los misterios del reino y te he enseñado sobre el error de las estrellas; y (...) enviarlo (...) en los doce eones”.

Judas dijo: “Maestro, podría ser que mi semilla está bajo el control de los que gobiernan?”

Jesús le contestó y le dijo: “Ven, para que yo ( –faltan dos renglones– ) pero que tu te lamentarás mucho cuando veas al reino y toda su generación”.

Cuando oyó esto, Judas le dijo: “¿Cuál es el bien que yo he recibido? Pues tu me has apartado de todas las generaciones.”

Jesús le contestó y dijo: “Tu te convertirás en el decimotercero, y serás maldecido por otras generaciones – y tu llegarás a gobernar sobre ellos. En los últimos días maldecirán tu ascendencia a la (generación) sagrada.”

Jesús dijo: “(Ven) para que te enseñe sobre los (secretos) que ninguna persona (ha) visto jamás. Porque existe un reino grande y sin fronteras, cuya extensión no ha visto ninguna generación de ángeles, y (en el que) hay (un Espíritu) grande e invisible,

que no ha visto el ojo de un ángel
que ningún pensamiento del corazón ha abarcado
y que nunca fue llamado por ningún nombre.

y ahí apareció una nube luminosa. Y dijo “Que exista un ángel para ser mi ayudante”. Un gran ángel, el Auto-generado, emergió de la nube. A causa de él, otros cuatro ángeles se formaron de otra nube, y se convirtieron en ayudantes del Auto-generado angélico. “Que (...) aparezca (...) y apareció (...). Y (creó) la primera luminaria para que reinara sobre él. Dijo: “Que los ángeles existan para servirlo”, y miríadas de ángeles sin número empezaron a existir. Dijo: “(Que) exista un eón iluminado”, y comenzó a existir. Creó a la segunda luminaria (para) reinar sobre él, junto con miríadas de ángeles sin número, para ofrecer servicio. Así es como creó al resto de los eones iluminados. Los hizo reinar sobre él y creó para ellos miríadas de ángeles sin número, para ayudarlos”.

“Adamas estaba en la primera nube luminosa que ningún ángel ha visto entre todos aquellos llamados “Dios”. Él (...) que (...) la imagen (...) y a la semejanza de (este) ángel. Hizo a la incorruptible (generación) de Seth aparecer (...) los doce (...) los veinticuatro (...). Hizo aparecer setenta y dos luminarias en la generación incorruptible, de acuerdo con la voluntad del Espíritu. Las mismas setenta y dos luminarias hicieron aparecer 360 luminarias en la generación incorruptible, de acuerdo con la voluntad del Espíritu, de modo que su número fuera cinco para cada una”.

“Los doce eones de las doce luminarias constituyen su padre, con seis cielos para cada eón, para que haya setenta y dos cielos para las setenta y dos luminarias, y por cada (una de ellas cinco) firmamentos, (para un total de) 350 (firmamentos...). Se les dio autoridad, (y después de eso también) espíritus vírgenes, para gloria y (adoración) de todos los eones y los cielos y sus firmamentos”.

“La multitud de esos inmortales se llama cosmos –es decir, perdición– por el Padre y las setenta y dos luminarias que están con el Auto-generado y sus setenta y dos eones. En él apareció el primer humano con sus poderes incorruptibles. Y el eón que apareció con su generación, el eón en el que están la nube del conocimiento y el ángel se llama El. (...) eón (...) después de eso (...) dijo: Que los doce ángeles reinen sobre el caos y el (inframundo). Y de la nube apareció un (ángel) cuyo rostro relampagueaba con fuego y cuya apariencia fue manchada con sangre. Su nombre era Nebro, que significa rebelde; otros le llamaban Yaldabaoth. Otro ángel, Saklas, también apareció de la nube. Y Nebro creó seis ángeles –y también Saklas– para ser ayudantes, y éstos produjeron doce ángeles en el cielo, cada uno recibiendo una porción en los cielos.

Los doce gobernantes hablaron con los doce ángeles: “Que cada uno de ustedes (...) y que (...) generación (falta un renglón) ángeles.

El primero es Seth, llamado Cristo.
El (segundo) es Harmathoth, llamado (...)
El (tercero) es Galila.
El cuarto es Yobel.
El quinto (es) Adonaios.

Estos son los cinco que reinaron sobre el inframundo, y primero sobre el caos.

Entonces Saklas dijo a sus ángeles: “Vamos a crear a un ser humano a semejanza y a imagen”. Moldearon a Adán y a su esposa Eva, que se llama, en la nube, Zoe. Porque por este nombre todas las generaciones buscan al hombre, y cada uno de ellos llama a la mujer con estos nombres. Y Sakla no (ordenó) excepto (...) las (generaciones...) este (...). Y el gobernante dijo a Adán: Vivirás muchos años con tus hijos.

Judas dijo a Jesús: “¿(Cuál) es la extensa duración de tiempo que vivirá el ser humano?” Jesús dijo: “¿Por qué te preguntas sobre estas cosas, que Adán, con su generación, ha vivido su plazo de vida en el sitio donde ha recibido su reino, con longevidad, con su gobernante?”

Judas dijo a Jesús: “¿Muere el espíritu humano?”
Jesús dijo: “Por eso Dios ordenó a Miguel dar los espíritus a las personas como préstamo, para que ofrecieran servicio, pero el Grande ordenó a Gabriel otorgar espíritus a la gran generación que no tiene gobernante, es decir, el espíritu y el alma. Por tanto, el (resto) de las almas (falta un renglón).

“(...) luz (faltan cerca de los renglones) alrededor (...) que (...) espíritu (que está) dentro de ustedes mora en esta (carne) entre las generaciones de los ángeles. Pero Dios hizo que el conocimiento fuera dado a Adán y a aquellos que estaban con él, para que el rey del caos y el inframundo no lo rigieran sobre ellos”.

Judas dijo a Jesús: “¿Y qué harán esas generaciones?”

Jesús dijo: “En verdad te digo, por todos ellos las estrellas hacen que se completen las cosas. Cuando Saklas complete el tiempo que se le ha asignado, su primera estrella aparecerá con las generaciones, y terminarán lo que dijeron que harían. Entonces fornicarán en mi nombre y matarán a sus hijos y ellos (...) y (faltan alrededor de seis y medio renglones) mi nombre y él (...) su estrella sobre el (decimotercer) eón”.

Después de eso, Jesús (se rió).

(Judas dijo): “Maestro, (¿por qué te ríes de nosotros?)”

(Jesús) respondió (y dijo): “No me estoy riendo (de ustedes), sino del error de las estrellas, porque estas seis estrellas vagan entre estos cinco combatientes, y ellas serán destruidas junto con sus criaturas”.

Judas dijo a Jesús: “¿Qué harán aquellos bautizados en tu nombre?”
Jesús dijo a Judas: “En verdad (te) digo, Judas, este bautismo (...) mi nombre ( –faltan cerca de nueve renglones– ) a mí. En verdad (te) digo, Judas, (aquellos que) ofrezcan sacrificios a Saklas (...) Dios ( –faltan tres renglones– ) todo lo que es maligno. Pero tu excederás a todos ellos. Porque tu sacrificarás al hombre que me reviste”.

Ya tu cuerno ha sido levantado
Tu furia ha sido suavizada
Tu estrella ha brillado intensamente
Y tu corazón ha (...)

“En verdad (...) tu último (...) llegado a ser ( –faltan cerca de dos renglones y medio– ), lamentan ( –faltan cerca de dos renglones– ) el que gobierna, porque éste será destruido. Y entonces la imagen de la gran generación de Adán será exaltada, porque antes que el cielo, la tierra y los ángeles, esa generación, que es de los reinos eternos, existe. Mira, ya se te ha dicho todo. Levanta tus ojos y mira a la nube y a la luz dentro de ella y a las estrellas que la rodean. La estrella que guía a las otras es tu estrella”.

Judas levantó sus ojos y vio la nube luminosa, y entró en ella. Aquellos que estaban en el suelo escucharon una gran voz que venía de la nube, diciendo (...) gran generación (...) imagen ( –faltan cerca de cinco renglones– ).

(...) Sus sumos sacerdotes murmuraban porque (él) había entrado en el cuarto de los invitados para hacer su oración. Pero algunos escribas vigilaban cuidadosamente para arrestarlo durante la oración, porque tenían miedo del pueblo, porque era considerado por todos como un profeta. Se acercaron a Judas y le dijeron: “¿Qué estás haciendo aquí? Tu eres un discípulo de Jesús”. Judas les respondió como ellos querían. Y recibió algo de dinero y se los entregó.

EL EVANGELIO DE JUDAS

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