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miércoles, 2 de junio de 2010

Satanismo: La Religion Temida





Por Magus Peter H. Gilmore

Cuando Anton Szandor LaVey afeit— su cabeza y cre— la Church of Satan el 30 de abril de 1966, sab’a que ser’a muy pronto el punto focal de atenci—n para muchas personas alrededor del globo. Ahora que ha pasado un aniversario m‡s de Žsa noche decisiva, Àha comenzado el mundo a entender el significado verdadero que hay detr‡s de la œnica religi—n organizada en la historia en tomar como su s’mbolo la figura por antonomasia del orgullo y la rebeli—n, y para muchos, del Mal?

¿Y es que hay razones verdaderas para que algunas personas sientan temor ante el creciente fenómeno del Satanismo contemporáneo? Como sacerdote de la Iglesia de Satán y representante ante los medios, puedo decir cándidamente, "Sí!". Sin embargo, lo que el populacho ha decidido temer es un ridículo retrato en technicolor chillón pintado por los intentos desesperados de los medios por llamar la atención, por evangelistas en su esfuerzo por llenar sus arcas y mantener a sus amantes repletas de joyas, y aún más deprimente, por un segmento de la comunidad terapéutica que han hallado una mina de oro en el tratamiento de los supuestos "sobrevivientes de abuso ritual", quienes no ofrecen evidencia alguna de sus cuentos de terror (curiosamente bastante parecidos a las historias narradas por mujeres a las que Freud denominó histéricas), excepto por su ferviente creencia de que fueron victimizadas. No desperdiciaré mi precioso tiempo refutando la absurda afirmación de que existe una conspiración internacional de Satanistas generacionales enfrascados en la tarea de esclavizar el mundo a través del abuso de las drogas y sacrificar niños que han sido dados a luz única y exclusivamente para tal fin por mujeres emocionalmente inestables. Esto ha sido tratado adecuadamente por otras fuentes (El Centro Nacional del FBI de Análisis de Crimen Violento: Guía Para los Investigadores de Abuso Ritual Infantil, enero de 1992; el reporte del Comité para la Examinación Científica de Religión: Satanismo en América, octubre de 1989; el reporte del Departamento de Salud del Gobierno Británico: La Extensión y Naturaleza del Abuso Ritual Infantil Organizado, HMSO, 1994 ). En lugar de ello, demos una mirada mas cercana al Satanismo contemporaneo y evaluémoslo por lo que es en realidad: una religión brutal de elitismo y Darvinismo social que busca reestablecer el dominio del capaz sobre el idiota, justicia rápida sobre la injusticia, y un completo rechazo del igualitarismo como un mito que ha lisiado el avance de la especie humana durante los últimos dos mil años. ¿Es esto algo a lo cual temer? Si eres uno de la mayoría de la mediocridad humana que existen como un holgazán drogado por los medios, apuesto a que sí lo es!

La filosofía del Satanismo está delineada en los escritos de Anton Szandor LaVey. Sus libros incluyen La Biblia Satánica [The Satanic Bible] Los Rituales Satánicos,[The Satanic Rituals] La Bruja Satánica. [The Satanic Witch —que originalmente se titulaba The Compleat Witch] El Cuaderno de Apuntes del Diablo [The Devil's Notebook] y Habla Satán! [Satan Speaks] Actualmente todos se encuentran disponibles y deberían ser consultados por cualquiera que esté interesado en un retrato detallado de lo que es la Iglesia de Satán. Se puede obtener mayor información leyendo dos libros de Blanche Barton, la consorte de Mr. LaVey, madre de su hijo Satan Xerxes Carnacki LaVey y Suma Sacerdotisa de nuestra Iglesia); La Vida Secreta de un Satanista, la biografía autorizada de Anton LaVey [The Secret Life of a Satanist—publicada por Feral House] y La Iglesia de Satán [The Church of Satan —publicada por Hell's Kitchen Productions]. Dichas obras tienen una gran cantidad de material relacionado con la historia y las prácticas actuales de la Church of Satan.

Para quienes aœn tienen que estudiar dicha literatura, hay tres grupos de "patrones de conducta" publicados a lo largo de los a–os por la Church of Satan escritos LaVey, los cuales pueden dar al no iniciado una vers’on encapsulada de la filosof’a Sat‡nica. Los primeros son las "Nueve Declaraciones Sat‡nicas", las cuales abren "La Biblia Sat‡nica" y ofrecen al Satanista una base sólida.

Las siguientes afirmaciones, "Las Once Reglas Sat‡nicas" de la Tierra, fueron escritas más o menos en la misma Žpoca, pero en Žse entonces fueron consideradas demasiado francas y brutales para el pœblico general, y eran dadas s—lo a los miembros. He aquí la Lex Satanicus, una ley de la jungla para la interacci—n social.

Desde que hemos estado dando declaraciones sobre qué es lo que buscamos, se consider— que ya era hora de elaborar una lista de comportamientos que nos gustar’a que se evitasen en la Comunidad Sat‡nica. Los Satanistas somos conscientes que somos humanos y que nuestros esfuerzos van encaminados a la perfecci—n, pero a veces podemos caer en patrones de conducta negativos. As’ naci— la lista de los "Nueve Pecados Sat‡nicos", gu’as sobre lo que los Satanistas consideramos como un comportamiento no productivo y que deber’an ser identificados y eliminados de nuestra existencia cotidiana.

Por favor, tómese el tiempo que crea necesario para seguir los enlaces y leer ésos tres documentos antes de proseguir con éste ensayo.




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Básicamentre, ésto resume los rudimentos de la filosof’a Sat‡nica. Ciertamente no tiene nada que ver con el ideal Judeo-Cristiano de altruismo y autosacrificio, y para alguien que haya crecido en ese ambiente, puede parecer algo extraño y atemorizante. De manera realista, el c—digo de comportamiento Sat‡nico est‡ basado en la naturaleza humana tal cual es, y para quienes no han sido lo bastante adoctrinadas en dicho sistema de creencias anti-vitales y anti-racionales, resulta algo natural . Hoy en día es un hecho que muchas personas se llaman a s’ mismas Cristianas, pero no tienen un concepto claro de lo que comprende realmente ésta filosofía, y generalmente se comportan a la manera Satánica. Creemos que ya es hora de que ésto se reconozca y que la gente se denomine a sí misma como lo que en realidad son, y no lo que socialmente sea conveniente para ellos. .

Como puedes ver, en la Iglesia de Satán no existen elementos de adoraci—n al Diablo. Tales pr‡cticas son vistas como herej’as Cristianas; como la creencia en la visi—n dualista del mundo (Dios vs. el Diablo) y el elegir aliarse al Pr’ncipe de las Tinieblas. Los Satanistas no creen en lo sobrenatural, ni en Dios o el Diablo. Para el Satanista, Žl es su propio Dios. Sat‡n es un s’mbolo del hombre viviendo tal como se lo dicta su naturaleza orgullosa y carnal. La realidad detr‡s de Sat‡n es la de la fuerza oscura evolucionaria que es la entropía y que permea todo en la naturaleza y provee los medios para la supervivencia y la subsecuente propagaci—n de todos los seres vivos. Sat‡n no es una entidad consciente que deba ser adorada, sino una reserva de poder dentro de cada ser humano para ser utilizada a voluntad. Por esto es que cualquier concepto de sacrificio es rechazado como una aberraci—n Cristiana —en el Satanismo o hay deidad a la cual sacrificarse.

Los Satanistas tienen experiencias de lo supranormal en la pr‡ctica de la magia ritual o Magia Mayor. Esta es una tŽcnica para influenciar en el devenir de los eventos humanos para que lleguen a un fin deseado alcanzando un estado emocional extremo en el contexto de un ritual, dando una visi—n de lo que uno quiere que ocurra, (Lo que Va a Ser—Is To Be en el original en inglés) lo cual, si tus niveles de adrenalina est‡n lo bastante altos, permear‡ las mentes inconscientes de aquellos a quienes quieres influenciar, haciendo que se comporten a tu Voluntad en el momento adecuado. Esto no quiere decir que cualquier cosa sea posible, ya que el hacer un buen vehículo para estos eventos requiere mucha energia, y es muy dif’cil influenciar ciertos hechos debido a la inercia de los acontecimientos presentes en el momento. El ser consciente de las propias capacidades, y de lo que uno es capaz de lograr es la marca que identifica a un exitoso Mago Satánico. La teoría y práctica de la Magia Mayor puede encontrarse en La Biblia Satánica y Los Rituales Satánicos. Los satanistas tambiŽn practican la Magia Menor, que consiste b‡sicamente en la manipulaci—n cotidiana de tus semejantes para obtener tus fines. Algunas tŽcnicas detalladas son dadas en La Bruja Sat‡nica.

Recientemente hemos visto a ciertos evangelistas e incluso a ciertos acadŽmicos denominar al Satanismo como un movimiento neo-Nazi. Este es un rótulo errado. El movimiento Nazi se basaba en gran parte en una doctrina racista de superioridad Aria. El satanismo es mucho m‡s que eso. Si bien existen ciertas diferencias biol—gicas entre las razas así como niveles de desempe–o —estad’sticamente demostrables— en varias actividades que difieren de una raza a otra, es bastante irracional pensar que alguien pueda ser o no Žlite s—lo por el color de su piel. Aœn si se proviene de un material genŽtico —ptimo —y con esto me refiero a progenitores o ancestros que demostraron, con su labor y desempeño, ser mejores que sus semejantes— no garantiza el avance del individuo en cuesti—n. No, los Satanistas solo reconocemos un individuo como Žlite si demuestra haber cultivado sus habilidades al nivel de excelencia m‡s alto posible. Esto requiere la virtud sat‡nica de la disciplina, una cualidad que tratamos de inculcar en nuestra propia juventud de hierro. Hay individuos de Žlite de diferente extracci—n Žtnica, y son admirados por el Satanismo como los seres superiores que son—creando así una étnica Satánica única.

El Satanismo valora el individualismo, algo que difícilmente se consigue andando por la calle. Sin embargo, no adoptamos una actitud de indiferencia donde todos los valores son relativos y que nada sobresale por encima del fango de lo común. El Satanismo preconiza un retorno a valores m‡s "tradicionales" en el arte y la literatura como el dominio de la tŽcnica y la comunicaci—n emocional, de forma y funci—n, dise–o y desempeño. Los Satanistas encuentran mucho material valioso en la Cultura Occidental que merece ser atesorado como pináculo de los logros humanos, y no para que sean enterrados bajo la capa de los intentos multiculturalistas de desplazarlos con "logros" dudosos simplemente por ser No-Occidentales, como se hace últimamente en algunos c’rculos acadŽmicos. Exhortamos a cada individuo a buscar la grandeza humana donde quiera que pueda ser encontrada, tanto de las b—vedas de la historia y como de los productores talentosos del presente, y hacer mofa de las farsas de moda exponiéndolas como las fachadas superficiales que son. Como el Satanismo defiende la aceptación del Hombre como un animal, y han habido muchos creadores de culturas del pasado que se han apropiado de éste concepto y lo han explorado en el contexto de su sociedad, es por esta razón que buscamos dichas expresiones artístixcas y filosóficas y las consideramos como las raíces de nuestra actual toma de conciencia.

Los Satanistas ven la estructura social de la humanidad como estratificada, de manera que cada persona alcance un nivel equivalente al desarrollo (o la pŽrdida) de sus talentos naturales. Defendemos el principio de la supervivencia del fuerte en todos los niveles de la sociedad, desde permitirle a un individuo permanecer o caer, hasta permitirle a las naciones que no pueden manejarse a s’ mismas, que afronten las consecuencias de su propia incapacidad. Cualquier ayuda en todos los niveles ser‡ quid pro quo. A medida que a los dŽbiles se les permita experimentar las consecuencias de un Darvinismo social, habr’a una reducci—n concomitante en la poblaci—n mundial. As’ es como siempre ha actuado la naturaleza para curar y fortalecer a sus hijos. Puede parecer cruel, pero as’ es este mundo. Aceptamos la realidad y no tratamos de transformarla en alguna utop’a contraria a la fuente de la existencia. La aplicaci—n pr‡ctica de Žsta doctrina contemplaría el cese del sistema de asistencia social actual y nuevos programas para premiar y motivar a los individuos sobresalientes de todos los campos para alcanzar la excelencia personal. Una meritocracia remplazar‡ la pr‡ctica de injusticias como "la acci—n afirmativa" y otros programas dise–ados para castigar a los h‡biles y premiar a quienes no lo merecen.

Los Satanistas tambiŽn buscan realzar las leyes de la naturaleza concentr‡ndose en fomentar la pr‡ctica de la eugenesia. Esta no es una doctrina ex—tica incubada en la mente de los mŽdicos locos del Tercer Reich. Es una pr‡ctica para alentar a las personas de talento y capacidad para que se reproduzcan, a que enriquezcan el material genŽtico del cual puede crecer nuestra especie. Esta era una práctica común alrededor del mundo, como puede probarlo un texto refrendado por la Uni—n de Templanza Cristiana de Mujeres, hasta que ganó una mala reputación debido a los excesos Nazis. Hasta que el c—digo genŽtico sea descifrado y podamos elegir a voluntad las caracter’sticas de nuestra progenie, los Satanistas buscan juntar lo mejor con lo mejor. Los Satanistas que saben que tienen algœn defecto hereditario se abstienen de reproducirse..

Los Satanistas se hallan bastante molestos por el nivel extraordinario de actividad criminal que abunda hoy en d’a, y por lo tanto abogan por el retorno de la "Lex Talionis" romana, que el castigo iguale al crimen en grado y naturaleza. Para lograr esto, estaríamos complacidos de ver la instituci—n de una fuerza policíaca de Žlite, de hombres y mujeres con las mejores condiciones físicas y mentales, entrenados en las tŽcnicas m‡s avanzadas de combatir el crimen, que estar’an equipados para erradicar la plaga que convierte a nuestras ciudades en poco más que junglas de concreto. El hombre es una criatura social por naturaleza y elabora con sus semejantes un contrato social, estableciendo así reglas de conducta para permitir el m‡ximo de libertad para la interacci—n de sus miembros. Desobedeced esas reglas y el castigo ha de ser r‡pido y seguro, y lo m‡s probable, pœblico. Esto no significa la encarcelaci—n de individuos en instituciones a expensa de las v’ctimas para la supuesta "rehabilitaci—n". No, Estos criminales deben utilizarse en algo, tal vez obligándolos a trabajar para limpiar el ambiente que ha sido tan descuidadamente degradado bajo el dominio de la filosofía espiritual Cristiana que ve al hombre como un ser superior a las otras criaturas vivientes, con un derecho divino a abusar de ellas a voluntad. El hombre es un animal, y debe volver a actuar como tal —sin ensuciar su propio hábitat, como sólo lo hacen los humanos enfermos.

La Iglesia de Sat‡n sigue un plan de cinco puntos para mover a la sociedad en direcciones que para los Satanistas se consideran beneficiosas. El primer punto es la defensa del reconocimiento y aceptaci—n general de la estratificaci—n, que no es nada menos que la eliminaci—n del igualitarismo donde quiera que haya echado ra’ces. La mediocridad ser‡ identificada y despreciada. Los estœpidos deberían sufrir por su comportamiento. Lo verdaderamente bello y magn’fico ser‡ apreciado. Cada individuo debe escoger para s’ mismo sus propios parámetros estŽticos, pero creemos que hay ciertos elementos que son innegables, aœn si no resultan satisfactorios para todos. Por ejemplo, no se puede negar el nivel de superioridad alcanzado en una sinfon’a de Beethoven, una escultura de Miguel çngel, una pintura de DaVinci o una obra de Shakespeare. Muchos Satanistas est‡n trabajando en crear sus propias ciudadelas de excelencia por fuera de la corriente cultural principal (mainstream) y han preservado lo valioso del pasado y continœan creando nuevas obras para desencadenarlas sobre quienes sepan apreciarlas.

El segundo punto es el sometimiento estricto a deberes fiscales de todas las iglesias. Esto remover’a la sanci—n gubernamental de la religi—n, y obligar’a a Žstos par‡sitos a vivir de sus propios miembros, y si no pueden, perecer‡n como es debido. La Iglesia de Sat‡n nunca ha buscado estar libre de impuestos, y desaf’a al resto de las iglesias del mundo a depender de s’ mismas. Expongamos la naturaleza vamp’rica de las religiones organizadas y veamos si pueden resistir la luz del d’a.

Tercero, reclamamos la restauración de la Lex Talionis en toda la sociedad humana. La tradici—n Judeo-Cristiana que existe secularmente bajo el disfraz del humanismo liberal ha exaltado al criminal por encima de la v’ctima, apartando la responsabilidad del malhechor con la doctrina del perd—n. Tal forma de pensar es una desgracia para todo ideal de justicia. ÁDebe cesar! Cada individuo debe aceptar las consecuencias de sus propias acciones, y no debe permitírseles buscar un chivo expiatorio en la sociedad, la historia, o cualquier otra supuesta influencia "externa". No es sorprendente que muchos Satanistas sean parte de organismos de seguridad, agentes del orden, al igual que un gran número de personas en éste y otros sistemas de justicia penal que en este punto están completamente de acuerdo con el Satanismo. Si no se hace justicia, los Satanistas abogan por la práctica de hacer justicia personal, pero te advertimos que debes estar plenamente consciente de las consecuencias de tales acciones en la corrupta sociedad de hoy. Con el actual estado de cosas, el clamor que de la bienvenida a la justicia cuando vuelva para quedarse aún está por llegar

Cuarto, los satanistas defienden una nueva industria, el desarrollo y promoci—n de compa–eros humanos artificiales. Estos humanoides ser‡n construidos de modo que sean lo m‡s realistas posibles, y disponibles para cualquiera que pueda conseguirlos. Reconociendo que el animal humano suele ensalzarse a sí mismo denigrando a otros, este mundo provee un lugar seguro para dar rienda suelta a tal comportamiento. Tener el amante de tus sue–os, prescindiendo de tus propias habilidades; todo individuo como un rey que pueda comprar su propio súbdito; o viceversa, comprar el amo a quien desees servir. La libertad de elecci—n para satisfacer tus deseos m‡s secretos sin molestar a nadie estar’a al alcance de la mano. ÀQuŽ podr’a ser mejor para borrar la tensi—n que existe en nuestra sociedad, y promover una interacci—n m‡s saludable entre los humanos de verdad?

Finalmente, defendemos la construcci—n de ambientes totales, al día con la tecnología pero teatralmente convincentes, que literalmente sean domos del placer y lugares de entretenimiento y deleite. Hemos contemplado los inicios de este ideal en varios de los gigantescos parques que se construyen siguiendo un modelo espec’fico, pero podemos llevarlos al nivel observado en películas como Westworld. Aquí podrías complacerte a tí mismo en cualquier ambiente imaginable. La recreaci—n de Žpocas pasadas no s—lo sería modelo para estas construcciones, sino que la ciencia ficci—n y la fantas’a ser‡n fuentes de inspiraci—n para muchos de estos campos de juego. Incluso hoy en día se est‡n desarrollando tales proyectos

ÀSer’a la persona promedio capaz de ser miembro de la Iglesia de Satán? Como los Satanistas cubren todo el espectro de los alcances econ—micos y profesionales, a menos que alguien lleve un medall—n con el s’mbolo de Baphomet o un pin en la solapa que lo identifique como representante autorizado, no podrás distinguir al Satanista œnicamente por la apariencia y el comportamiento. En su vida diaria, los Satanistas son individuos que disfrutan sus vidas en el aqu’ y ahora. Comen lo que les place, visten como quieren, y generalmente siguen el estilo de vida que se acomode mejor a su gusto, siempre y cuando estŽ acorde con las leyes de su pa’s de residencia.

No hay requisitos para la participaci—n en la actividad ritual. Las tŽcnicas presentadas en nuestra literatura son para que los miembros las usen como les plazca. Algunos Satanistas disfrutan la atm—sfera social de un ritual en grupo y buscan a otros para Žse prop—sito. Muchos Satanistas encuentran su actividad ritual como algo muy personal y prefieren hacerla en solitario. Ambos caminos son aceptables para la Iglesia de Sat‡n. De hecho, no hay reglas para la frecuencia de la actividad ritual. Algunos celebran ritualmente los equinoccios o solsticios como d’as festivos, pero por supuesto la festividad Satánica m‡s importante del a–o es el cumplea–os de uno mismo. El proceso ritual es usado frecuentemente como un cat‡rtico, para limpiar al individuo de deseos que, de permanecer insatisfechos, podrían convertirse en compulsiones; de ésta manera, tales pr‡cticas toman el lugar de una terapia. Los Satanistas aprecian su individualidad y no tratan de conformarse con los parámetros de "normalidad" de los dem‡s. As’mismo, los Satanistas no proselitizan, as’ que ten por seguro que nunca encontrar‡s alguien de túnica negra agitando folletos en tu rostro. Tenemos nuestra literatura disponible, y si alguien encuentra esta filosof’a de su gusto, pueden contactarnos para investigar la posibilidad de afiliaci—n. El pœblico general probablemente se sorprendería al dasrse cuenta que han estado interactuando con Satanistas durante muchos a–os, y que estos Satanistas ser‡n algunas de las personas m‡s interesantes, sinceras,confiables y entretenidas que hayan conocido. .

Cuando el mundo estŽ permeado completamente por el Satanismo dar‡ un ambiente desafiante donde podr‡s lograr mucho, o poco, dependiendo del nivel de acci—n del que puedas dar muestra y la extensi—n de tus capacidades naturales. Si, puede ser pavoroso para las masas que desean sentarse y ser pastoreadas y guiadas como reba–o por los medios, saltando de un producto a otro. Nuestro mundo te reta a pensar, y a hacer algo con esos pensamientos! Como realistas que somos, no esperamos que un gran porcentaje de la población humana tenga la energía y la disciplina necesaria para sobresalir, ni tampoco una sociedad Satánica obligaría a la gente a hacer cosas que estén más allá de sus capacidades - pero no nos abstendremos de juzgar esa gente según nuestros propios parámetros. Quienes deseen llevar una existencia drogada, ya sea que el elemento adictivo sea qu’mico o los medios, ser‡n reconocidos como los esclavos que son y ser‡n despreciados como tales. Pueden continuar en su senda autodestructiva si as’ lo desean, pero no les ser‡ permitido que detengan a los que s’ buscan la perfecci—n y la grandeza. .

Y aquellos de ustedes que han sido enga–ados para que crean en el tigre de papel fabricado por los medios de comunicación de hoy en día... no se preocupen, los Satanistas no estamos tras sus hijos, ya que probablemente sean tan desesperanzadoramente mediocres como sus padres. Pero estamos llevando el mundo hacia un estado donde sus habitantes trabajar‡n, a no ser que quieran morir de hambre, y los par‡sitos ser‡n expulsados para marchitarse y morir. As’ pues, solo necesitas temer al Satanismo si eres un criminal, un par‡sito o un vagabundo. Y tú... Àaœn tienes miedo? .



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