Antes de que lean este post, habria de destacar que el Rey Escorpion era Acadio, nacion de los Sumerios, eso quiere decir,de que si el Rey Escorpion fue el primer rey de Egipto, todas las creencias de esa nacion antigua son sumericas, por lo tanto,beneficas para el estudio del Rey Enki,el Creador.
Bajo las interminables y fascinantes dunas del desierto egipcio, un viento dominante cobijó durante más de 5,000 años uno de los hallazgos claves para la resolución de uno de los acertijos más enigmáticos de la Historia de Egipto: la existencia del Rey Escorpión.
Antigua y seductora, dicha fábula reconstruye la historia de una heroica victoria y la unificación del Alto y Bajo Nilo por un gran rey, el denominado Rey Escorpión; un relato hasta el momento considerado como un mito egipcio.
La verdadera causa que hizo que esta leyenda perviviese a lo largo del tiempo se debe al desconocimiento del personaje, de su propio nombre o de la fecha concreta que abarcó su reinado, motivos que han llegado, incluso, a convertir dicha figura histórica en un verdadero reclamo cinematográfico.
¿Realidad o ficción? Esa es la cuestión. Durante mucho tiempo algunos estudiosos creían que tanto él como otros reyes de esa época eran personajes que pertenecían al mito debido a esa dualidad hombre-animal tan característica de la religión egipcia. La obviedad que ofrece el caso del rey Escorpión ha sumido a este personaje en el más absoluto misterio hasta que ciertas excavaciones, llevadas a cabo en los desiertos del sur de Egipto, proporcionaron evidencias de que esos primeros gobernantes “predinásticos” fueron reales.
Dos son las hallazgos reveladores; el primero surgió a partir de la fervorosa labor realizada en el siglo XIX por los arqueólogos John C. y Deborah Darnell, tras ser hallada una tablilla de piedra en donde se representaba una procesión en donde un gobernador regresa a la ciudad de Abydos tras destronar al líder de Naqada. Otros elementos como un halcón dibujado encima del escorpión que simboliza a Horus (uno de los dioses egipcios y también nombre utilizado para simbolizar al rey de la historia egipcia) nos desvela la verdadera historia del que fuera primer faraón de Egipto. Otro hombre con una vara junto a un ave de cuello largo que lleva a una serpiente en el pico simboliza la victoria del orden sobre el caos; el detalle de un hombre cautivo con una melena muy larga, amarrado con una soga a la barba larga y blanca de otro señor con el pelo corto continua con el desenlace de la victoria, con la supuesta ejecución del rey vencido. La cabeza de un toro detrás del prisionero tal vez represente su nombre. Como anécdota destacar la existencia de una representación de una silla, la primera documentada en este tipo de restos, hecho que ha generado distintas interpretaciones y que parece apuntar a que esta silla verdaderamente simboliza el poder femenino detrás del trono, en esta ocasión, representado por una diosa.
La segunda referencia documental es un raro artefacto, una de las obras de arte mas antiguas de Egipto extraída de excavaciones similares a partir de la labor arqueológica del doctor Quibell y del doctor Green durante la expedición de 1987/1998, en el depósito principal de Hierakonpolis. El hallazgo es una cabeza de maza de forma redondeada de piedra caliza de 25 cm. de alto realizada en caliza con tres registros en los que se supone que se representa el capítulo sobre la tentativa de unificar los territorios del sur sobre los del delta y la inmediata organización del país, aunque el llamado Rey Escorpión sólo ostente la corona blanca (representación del alto Egipto). Sus dimensiones y el hecho de que está decorada nos muestra que es un artefacto ritual y no una verdadera cabeza de maza con las que los reyes solían aplastar las cabezas de los enemigos; en definitiva, el símbolo más antiguo conservado perteneciente al poder real egipcio.
El curioso apelativo que sus contemporáneos le atribuyeron creemos que aludiría a las cualidades guerreras del personaje a través de la comparación del rey con la enorme resistencia del escorpión a la sequedad del desierto, fuera de su letalidad.
Y continuando con las teorías lanzadas por arqueólogos expertos en el tema hemos de añadir que es más bien poco lo que sabemos acerca de la cronología exacta en la que se desenvolvió el gobierno de este rey. Dicha suposición y la información extraída de los hallazgos arqueológicos nos inducen a la lógica de que fue el rey Escorpión el primer rey de Egipto y que durante su reinado se financió una gran empresa por el futuro de la región de Egipto.
Sí que somos conscientes de que hacia el 10.000 a. C., la desertización del Norte de África obliga a las tribus nómadas a desplazarse hacia el Nilo en busca de un hábitat adecuado a sus necesidades. Ya en el 3.500 a. C., las tribus nómadas empiezan a asentarse a lo largo del río Nilo formando estables asentamientos que, gracias a la fertilidad de la tierra, darían lugar a aldeas y ciudades. Los lazos de amistad y enfrentamientos existentes entre los distintos poblados llevaron (hacia finales del cuarto milenio a. C.) a la aparición y rivalidad de dos grandes entidades políticas de tipo monárquico: un reino en el norte, o Bajo Egipto, y otro en el Sur, o Alto Egipto (de ahí el nombre de Doble País o Las Dos Tierras, como se conoce a Egipto).
En este contexto ya se había establecido la escritura jeroglífica, la irrigación, la jerarquización política y social, los cultos básicos del panteón religioso (casos de Horus, Set, Hathor, Min…), etc. y encontramos a un rey real cuya política estaba centrada en encaminar su gobierno hacia lo que sería la primera unificación de las dos coronas: la blanca del Alto Egipto y la roja del Bajo Egipto, considerando esta división con relación al curso del Nilo.
Son muchas las que han suscitados dichas teorías entre las que destacan aquellas que atribuyen la unificación a reyes posteriores; en cualquier caso, la opinión más generalizada es que Escorpión se constituyó uno de los últimos representantes de la lucha por la unidad del Egipto predinástico, que Narmer-Menes sería el fundador del Imperio y que Aha sería su primer sucesor.
Parece ser que a Escorpión le sucedió un rey llamado Ka, del que poco se sabe, y al que se atribuye una tumba en Abydos. Algunos estudiosos piensan que este Ka podría ser el padre de Narmer, y a éste último le sucedería su hijo Aha, que comenzaría la etapa faraónica propiamente dicha, pues es el primer faraón que se representa con doble corona (la roja y la blanca).
De nuevo nos referimos a la gran incógnita ¿mito o realidad?, la continua labor realizada por los estudiosos concerniente a la era predinástica o la era de la Dinastía 00 o Dinastía 0, a pesar de las enormes lagunas, junto a los hallazgos que surgen de entre la marea blanca del desierto nos acercan cada día más a estos héroes de leyenda y haciéndolos más humanos.
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