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miércoles, 21 de febrero de 2018

La Cucamala, leyendas del cerro

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El Valle del Elqui místico y alucinante, esta plagado de mitos y leyendas cósmicas y terrenales. Cuentan los arrieros y ganaderos trashumantes de esta tierra, violenta en lo que a clima se refiere, que ellos en particular le temen mucho a la aparición de La Cucamula, (bestia del infierno), porque cuando se siente su relincho lastimero y penetrante el año será seco, pobre en lluvias tan necesarias para el campo y los pastizales de la alta cordillera, incluyendo también las llanuras de pastoreo de la costa.
 El mito data de tiempos inmemoriales, cuentan los arrieros que ya tienen sus sienes blanqueadas por el tiempo, que esta bestia es una mula con alas, como un pegaso, caballo de la mitología griega, pero en versión Elquina, (opuesta al mítico caballo griego, que donde pisaba el agua brotaba mágicamente de sus huellas), de pelaje rosillo, un tanto flacuchenta, de ojos rojos como brasas ardientes,(algunos aseguran que tiene rostro de mujer), rematando en sus pezuñas con dos pares de herraduras plateadas, muchos aseguran haber visto la cucamula, alzando su vuelo desde los encarpados picachos de la cordillera, relinchando y agitando sus alas inmensas perdiéndose por alguna de las tantas quebradas,que forman la trama del valle elquino.
 Se cuenta en los descansos que se toman los ganaderos, en su eterno ir y venir de la costa a la cordillera y viceversa, alimentando la ruta blanca del queso, que en el otoño del año ’67, La Cucamula se vio y se sintió en varias ocasiones en la entrada de la cordillera de Tapalca, en el sector de Chapilca, como también aseguraba don Pedro Torres, uno de los mas antiguos y experimentado ganaderos de la región, haber visto la cucamula al remontar la línea de la cordillera de los Cuartitos. Ese año fue catastrófico para los ganaderos, especialmente para los que se dedican al ganado caprino, las lluvias fueron totalmente nulas en el Valle de Elqui y el sector costero de la región de Coquimbo, la sequía asoló los campos y pastizales de la comarca dejando a su paso pestes, miseria y muerte, según cuenta don Cholo Aguirre, antiguo ganadero de la localidad de Chapilca, que ese año fue tan malo para todos, que ellos, los ganaderos, tuvieron que hacer todo lo posible para salvar parte de su ganado del azote de la sequía.
 Apartaron y cuidaron tres pares de animales para comenzar de nuevo el ciclo de la vida, emulando sin saberlo el Arca de Noé.
 Pero para doblegar el temple de acero de los hombres de esta tierra desconocida para muchos mortales, es necesario tal vez muchas desgracias juntas, ya que han acuñado un dicho popular que dice “a mal tiempo buena cara”.

La Leyenda del Cerro EL RELOJ

“Colocando la mano izquierda sobre la roca, esta girará sobre sí misma, se abrirá hacia abajo, cayendo la persona a una inmensa caverna encantada. También cuentan que sus muros son como de cristal, por donde entra la luz que la ilumina, convertida en un verdadero arco iris, llena de riquezas y cosas bellas que terminan por embrujar al cristiano que logra encontrar todas las señales que le indican el cómo llegar a ese lugar”.










 Abundan en el Valle del Elqui diferentes mitos y leyendas que se refieren a tesoros escondidos, animales que desafían la imaginación y sucesos “paranormales” cuyo relato se traspasa de generación en generación. Y nuestras montañas no están libres de historias y relatos, muy por el contrario, abundan diferentes creencias de que ocultan entre sus dominios innumerables secretos por descubrir. Acá compartimos con ustedes la leyenda del cerro El Reloj. ¡Que la disfruten! LA LEYENDA DEL CERRO EL RELOJ, VALLE DEL ELQUI Los lugareños de las hacienda La Viñita y Huancara ubicadas ambas al poniente de la ciudad de Vicuña, en el Valle de Elqui, se han traspasado de generación en generación la fantástica leyenda de un posible encantamiento en el cerro El Reloj, ubicado al norte de esas haciendas y a unos 5 kilómetros de nuestra ciudad. Se cuenta que, subiendo por los farellones del lado norte del cerro, el día 24 de junio, o sea, cuando se celebra la noche de San Juan entre 12:00 AM y las 24:00 de ese día se logran encontrar unos signos tallados en la roca viva que le van indicando a quién los vea, que siga hacia la cumbre. Dicen que son flechas y signos parecidos a letras, que se deslizan por una senda imaginaria casi imposible de seguir, entre rodados y acantilados, sólo accesibles para hombres acostumbrados a escalar montañas escarpadas. Si alguna persona logra llegar a la cumbre dentro de ese horario, se va a encontrar con una gran roca, en cuyo centro está grabada una mano abierta de tamaño normal. Colocando la mano izquierda sobre la roca, esta girará sobre sí misma, se abrirá hacia abajo, cayendo la persona a una inmensa caverna encantada. También cuentan que sus muros son como de cristal, por donde entra la luz que la ilumina, convertida en un verdadero arco iris, llena de riquezas y cosas bellas que terminan por embrujar al cristiano que logra encontrar todas las señales que le indican el cómo llegar a ese lugar. Al caer la persona dentro de la caverna, la roca que hace de puerta vuelve a ocupar su lugar de origen cerrándose automáticamente. El problema que hasta la fecha ha sido insoluble para casi todos los que han encontrado la caverna encantada, ha sido precisamente el horario en que se abre la entrada, ya sea desde el exterior o desde el interior, pues tiene que ser, como se dijo anteriormente, entre las doce y veinticuatro horas del día de San Juan. Y según cuentan los lugareños, todos los que la buscaron y la encontraron, y que no lograron salir del horario establecido, han vuelto en misteriosas circunstancias, apareciendo días después en los pies del misterioso cerro sin poder explicar cómo salieron de la misteriosa caverna encantada. Sólo saben que se han dejado embrujar por las riquezas y bellezas que encierra. Todo en ella es paz y serenidad, la extraña y bella luminosidad unida a una celestial música que envuelve con su mágico encanto a la persona que ha tenido la suerte de penetrar el interior de dicha caverna. La impresión que sienten es la de estar ingrávidos, de flotar en el aire perdiendo la noción del tiempo y del espacio. Inconscientemente quieren permanecer en esa condición por toda una eternidad y lo que es peor es que todo ese misterioso y tierno ambiente les hace olvidar el horario en que puedan hacer el sistema que opera la cerradura para hacer girar la roca que hace de puerta, quedando aferrados a una hipotética felicidad, sepultados en ese mágico lugar. Los lugareños cuentan también que un ciudadano español que llegó a establecerse en Vicuña a principios del siglo veinte, llamado don Pedro Quemado, conocedor de ésta leyenda – valla a saberse cómo, donde y cuando la conoció – poco tiempo después de su llegada al poblado se puso en contacto con uno de los más antiguos habitantes de ese sector, el viejo don Hilario Zamora, conocedor de ésta y tantas leyendas lugareñas. El motivo de su contacto fue para que el viejo Hilario le señalara la ubicación del Cerro El Reloj. Precisamente el anciano le dijo que él personalmente había hecho la prueba, en el día y la hora señalados por la leyenda, encontrando todos los signos indicados, llegado incluso hasta la misma roca que tiene la mano grabada, pero que no tuvo el valor para abrirla. Don Pedro Quemado, con esos datos que confirmaban lo que ya conocía de esta fantástica leyenda, esperó con ansias el día de San Juan. Cuando llegó la fecha indicada en el calendario, se cuenta que fue al cerro sin comentarlo con nadie, y después de ese día don Pedro se convirtió en uno de los hombres pudientes de la ciudad, comprando un terreno eriazo al final de la calle Maipú y construyendo un edificio de dos pisos, copiado de las casas de sus características de su natal y lejana Sevilla, España. Como se ve, la leyenda de don Pedro Quemado, se une a la leyenda del encantamiento del Cerro El Reloj, por los cuentos de los viejos lugareños de Huancara y La Viñita. Pero de esa leyenda aún hay más, pues se cuenta que las personas que han logrado entrar a ese sitio encantado y que han vuelto a los dos a tres días después en misteriosas circunstancias apareciendo al pie del famoso cerro, creen haber estado suspendidas en ese estado milagroso dentro de la caverna una eternidad, cuando en verdad han transcurrido unas cuantas horas. Pero lo fantástico de éste fenómeno lo desmienten las señales físicas que traten consigo al regresas, pues vuelven con el pelo, la barba y las uñas como si hubiera sido mucho el tiempo que no se los cortan, es como si se visitara una dimensión de vida distinta a la que conocemos, donde el tiempo tiene otra medida. Por este motivo, los lugareños recomiendan a los osados que se atreven a enfrentar los encantamientos del Cerro El Reloj para la noche de San Juan, hacerlo con el corazón libre de ambiciones, tener la mente libre de mentiras y rencores, sólo tomar de caverna lo necesario para seguir viviendo sin miserias y algunas cosas como recuerdo para confirmar que realmente conocieron ese mágico lugar, pues las escazas personas que así lo han hecho, son las que han confirmado la existencia de esa caverna encantada entrando y saliendo dentro del horario establecidos por los desconocidos autores del encantamiento. Debido al estricto día y horario que rige para encontrar la caverna encantada y para entrar y salir de ella, es el motivo de que al famoso cerro se le conozca con el nombre de El Reloj.

Fuente:  http://www.cumbresdelelqui.com/la-leyenda-del-cerro-el-reloj/

El siniestro Hombre Perro




Se trata de una de las leyendas más conocidas de esta zona costera. Surgió en los años ’40 y rápidamente se corrió la voz.
 Cuenta que por las noches, en los diferentes barrios porteños aparecía un extraño ente mitad perro, mitad humano, que se presentaba después de la medianoche haciendo sentir sus terroríficos aullidos y las cadenas que arrastraba.
 Esto generó que los coquimbanos de la época, apenas oscurecía, se encerraban en sus casas, asegurando las puertas.
 A los dos meses de la primera aparición, se tejieron las más diversas historias acerca de este personaje, que tenía una llamativa particularidad: Cuando alguien tenía la mala suerte de atravesarse en su camino, el ente lo tomaba con firmeza y registraba sus ropas, sacando de entre ellas, todo lo que la víctima portaba de valor.
 Mientas, otros aseguraban que se trataba de un rudo pescador, quien luego de sus andanzas -que se extendieron por más de un año- un día desapareció, llevándose para siempre el misterio de su identidad y quedando en los misterios de esta leyenda.
 Una historia que fue recogida por las crónicas de los diarios porteños de la época El Regional y El Norte, donde se escribieron páginas y títulos como: "Anoche otra vez atacó el Hombre Perro, la víctima fue un vendedor viajero, el ataque fue en Freire con Pinto"; "Sigue el misterio del Hombre Perro, hace dos noches sus aullidos se escucharon en el barrio Porvenir"; "El Hombre Perro no da tregua, ahora visitó la Parte Alta".
 Un misterio que jamás fue descubierto, para quedar instalado en la historia fantástica de Coquimbo.

 Aunque hay leyendas que señalan a las familias mas antiguas de la comuna de Coquimbo, que dicen que los Tapia-Marzal y los Molina-Marzal conocian al verdadero ser misterioso de la leyenda.


La Rubia de la calle Kennedy, Santiago de Chile







En 1979, en pleno gobierno militar, varios -y asustados- automovilistas santiaguinos hicieron el siguiente relato: Una hermosa joven de cabellera larga y rubia, vestida con un abrigo blanco, les había hecho autostop en la Avenida Kennedy, en las cercanías de la calle Gerónimo de Alderete. Tras lograr que los autos se detuvieran, la joven siempre se subía al asiento trasero. Pero, al cabo de unos dos o tres kilómetros, en los precisos instantes en que los vehículos comenzaban a acelerar, la misma mujer les susurraba a los conductores, con una voz tranquila y suave: “No corra, por favor, vaya más despacio. Es peligroso. En una de estas calles me maté yo”. Cuando los sorprendidos conductores escuchaban la frase y miraban instintivamente por el espejo retrovisor, la joven ya no estaba en el auto. Había desaparecido sin dejar rastro. Una vez que la noticia de la aparición comenzó a esparcirse, las denuncias se acumularon. Muchos matrimonios y parejas del barrio alto -además de varios taxistas que trabajaban en el sector-, aseguraron entonces que también habían detenido sus autos para llevar a la misteriosa joven rubia. Pero siempre ocurría lo mismo. Al cabo de pocas cuadras y cuando los autos comenzaban a ganar velocidad, la mujer les pedía que aminoraran la marcha para después hacerse humo. Decenas de personas, obviando el temor al ridículo, dejaron constancia del hecho en la Comisaría de Carabineros de Las Tranqueras, concediendo después entrevistas a varios medios en las que revelaron todos los detalles del sobrenatural episodio. Teorías sobre “la Rubia de Kennedy” Luego que se barajaran toda clase de teorías para explicar la extraña presencia de la mujer -unos universitarios incluso aseguraron que ellos habían echado a correr los rumores de la historia, en una especie de experimento sociológico que estaban haciendo-, la investigación de varios medios periodísticos, que bautizaron de inmediato a la aparición como la “Rubia de Kennedy”, pudo aportar detalles más claros. Un accidente automovilístico con resultado de muerte había ocurrido el año anterior –el 8 de agosto de 1978, para ser más exactos-, en la intersección de Gerónimo de Alderete con la Avenida Kennedy. La occisa era una joven mujer llamada Marta Infante, cuyos rasgos físicos se asemejaban a la descripción de los testigos. Ella trabajaba en la Corporación de la Madera y regresaba de comer en compañía de su novio, al momento de encontrar la muerte a bordo de su automóvil. Con el paso de las décadas, los encuentros y testimonios de testigos que se encontraban con la rubia aparición amainaron hasta casi desaparecer. Pero la leyenda dejó una huella tan honda en el inconsciente colectivo, que hoy muchos santiaguinos -taxistas especialmente- aseguran que la historia de la “Rubia de Kennedy” no es una invención y es ciento por ciento verídica. Para dar fe del interés público que desató este caso, en 1995 se estrenó una película llamada precisamente “La Rubia de Kennedy”. Protagonizada por la actriz Carolina Fadic, en el papel de la mujer fantasma, la película intentaba vincular la historia del fantasma con otros personajes de la mitología chilena. Pero el film fue destrozado por la crítica y fracasó estrepitosamente en la taquilla, aunque sirvió para poner de nuevo en el tapete esta aparición inexplicable. Como cruel coincidencia, Carolina Fadic, tal como Marta Infante, la presunta “Rubia de Kennedy”, falleció años más tarde en la flor de la vida. Murió en octubre del 2001 debido a un ataque cerebral, cuando sólo tenía 28 años. Por lo pronto, si vas conduciendo de noche por Avenida Kennedy, y divisas a una mujer misteriosa y errante parada en la calzada, de cabello rubio y abrigo blanco, te recomendamos que aprietes el acelerador y pases de largo.

Fuente:  https://www.guioteca.com/fenomenos-paranormales/la-rubia-de-kennedy-mito-urbano-o-alma-en-pena/

LA LEYENDA DE LA NOVIA DEL CEMENTERIO GENERAL DE CHILE

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Hay tres versiones de la muerte de Orlita Romero Gómez.
 Una dice que mientras se estaba casando, rodó por las escaleras del altar.

 Otra dice que falleció de un infarto al corazón durante la boda, y una tercera, que murió de pena porque su novio nunca llegó al altar; quienes creen en esta última, aseguran además que vaga buscando a ese novio.

 Sin embargo, la versión oficial de su fallecimiento es distinta. Orlita falleció un 13 de abril de 1943, el día de su cumpleaños número 17, de un ataque al corazón.
 Su madre, muy afectada por su pérdida, la mandó embalsamar para conservar su belleza y la vistió de blanco como símbolo de pureza.
La desconsolada madre de Orlita todos los domingos iba a peinar el cabello de la difunta; en un principio ésta se encontraba en una urna de cristal, pero por razones obvias, con el paso del tiempo, su imagen se ha deteriorado.
 En la actualidad se encuentra en una tumba sellada, y su madre hace años que ya falleció. La capilla donde se encuentra es visitada por aquellos desgraciados en el amor, también lo hacen los escolares solicitando ayuda para pasar de curso o para algún examen, las novias antes de casarse para que todo salga bien, o cuando una relación dura mucho sin que se vislumbre cuando tañerán las campanas de boda…
 Actualmente, Orlita se encuentra en la misma capilla; la puerta de hierro tenía un vidrio a través del cual se podía ver su interior, incluyendo su urna; ahora hay una cortina de tela que oculta el interior, y el vidrio ha sido roto, llenándose el interior de la capilla de papelitos, corbatas, cuadernos, mientras que el exterior está lleno de rayados solicitando su intercesión, los enamorados introducen papelitos con sus nombres escritos para que Orlita los una en matrimonio o mantenga su unión para siempre… se ha transformado en una ‘animita’ para los enamorados y también para los desdichados que desean que su suerte en el amor cambie.


Fuente:   http://lote33.cl/2014/05/la-leyenda-de-la-novia-del-cementerio-general-de-chile/

La siniestra historia del Cuero Vivo

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Descripción:

 Esta mítica criatura tendría una apariencia muy similar al de un cuero de vacuno (la piel extendida de un vacuno) de gran tamaño. En el borde de su cuerpo poseería unos apéndices similares a unas garras o espinas filosas como garfios.
 Sobre un extremo de su cuerpo, en donde se cree estaría la zona que correspondería a su cabeza, sobresaldrían dos apéndices similares a tentáculos que terminarían en un par de ojos desorbitados de un color rojizo.
 En el centro de la parte de abajo de su cuerpo, estaría su boca, muy parecida a una enorme ventosa, con la cual podría absorber completamente los fluidos de su presa, hasta dejarla seca y muerta. Debido a la descripción de su cuerpo aplanado, algunas personas lo asocian con una criatura semejante a una mantarraya.
 Las leyendas cuentan, que estas criaturas estarían habitando en numerosos lagos, lagunas y ríos de los territorios de Chile y Argentina; y en menor medida en el mar.
 En aquellos lugares, como el caso del archipiélago de Chiloé en Chile, se cuenta que atacaría principalmente presas animales y en menor medida a seres humanos y embarcaciones pequeñas.
 Su manera de atacar sería más frecuentemente al atardecer, acercándose de manera sigilosa a su presa; que puede estar en la orilla, o bien bebiendo o bañándose en el agua, o dentro de una embarcación.
Se dice que luego de estar lo suficientemente cerca, con sus poderes hipnotizaría a su víctima; y posteriormente mediante sus afiladas uñas atraparía a su víctima o a la embarcación y la arrastraría hacia al fondo.
Ya en el fondo, envolvería rápidamente a su presa y la mataría por sofocamiento; y ahí la devoraría absorbiéndole completamente la sangre y otros fluidos. Debido a sus características, el Cuero suele ser a veces confundido con el Guirivilo. 

Protección:

 Para lograr poder matar a un cuero, se necesitaría la ayuda de una Machi experta, la cual con sus habilidades atraería al cuero hacia la orilla. Al tenerlo ya a la vista, lo engañaría arrojándole ramas de calafate. El Cuero, engañado por el poder de la Machi, creería que las ramas serían una posible presa; sin embargo, al atacar y apretar con fuerza las ramas, las espinas de las ramas se enterrarían en su cuerpo y el cuero se desgarraría y sangraría hasta morir su cuerpo material.

La siniestra Calchona

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Descripción:

 La versión más popular y solo conocida como la calchona, cuenta que la Calchona fue una mujer la cual actualmente sería una criatura con la apariencia de una oveja, con las patas delanteras, rostro y cabello de una mujer; no teniendo la capacidad de hablar, por lo que solo puede hablar como una oveja. Igualmente existen otras leyendas en las que también se suele llamar Calchona a otras brujas mitológicas de la tradición chilena, pero la diferencia es que estas también son conocidas por otros nombres; como por ejemplo la bruja conocida como la Viuda (la cual se dice atacaría a los jinetes en las noches).

 La Leyenda:

 La leyenda dice que la Calchona originalmente fue una bruja que tenía un marido y dos hijos pequeños; teniendo su hogar en un campo de la zona central de Chile. Sin embargo, su familia no sabía la verdad sobre que ella practicaba la brujería. En su hogar ella escondía varios frascos que contenían unos mágicos ungüentos (cremas), que al aplicarlas sobre una persona, permitían transformar un ser humano en el animal que eligiese. Se dice que todas las noches usaba su poder para que su marido e hijos no se despertasen en toda la noche, y por razones que se desconocen, la Calchona posteriormente realizaba el extraño rito de colocarse los mágicos ungüentos para transformarse en una gran oveja negra y salir a pasear por los campos hasta la madrugada; y recobrando su forma humana al volver a aplicarse sus ungüentos. Pero sucedió que un día que se le olvidó realizar el hechizo para hacer dormir; y debido a ello sus hijos la vieron transformarse. Al ver la asombrosa transformación, ellos queriendo imitar a su madre se pusieron los ungüentos, transformándose en zorritos. Pero luego de realizada la transformación se dieron cuenta que no sabían como volver a ser niños, y por ello convertidos en estos animalitos se pusieron a llorar amargamente. Producto de los llantos, el padre también se despertó, pero su sorpresa fue enorme al no encontrar a su esposa e hijos; y ver en su lugar solamente a aquellos pequeños animales. Producto del amor a sus hijos y las historias que había escuchado sobre los ungüentos que utilizaban las brujas, logró imaginarse que aquellos frascos pudieran contener algún tipo de ungüento mágico y que aquellos zorritos eran posiblemente su familia. Así decidió probar aquellos ungüentos en los zorritos, los cuales inmediatamente se transformaron nuevamente en niños. Luego los niños le contaron que era su madre la dueña de los ungüentos. El padre asustado y para evitar que les volviera a ocurrir lo mismo a sus hijos, decidió tirar el ungüento en las aguas de un río y alejarse todos de la casa. Posteriormente al regresar la Calchona a su casa, y aun estando convertida en una oveja negra, al ver que no estaba su marido e hijos, asustada comenzó a buscar sus ungüentos por toda la casa y sus alrededores; encontrando solamente los frascos casi vacíos. Así ella muy afligida, trato de utilizar los restos de ungüento para transformarse nuevamente en ser humano; pero sólo le alcanzó para transformar sus manos, rostro y cabello a su forma humana. Quedando para siempre convertida en ese animal mitológico. Por eso, cuando en las noches los campesinos sienten balar una oveja que vaga sola por los campos, ellos saben que se trataría de la mítica calchona; y como tradición se acostumbraría dejarle un plato con comida para que se alimente, ya que se dice que la calchona es totalmente inofensiva y estaría arrepentida de sus antiguos actos de brujería.

El siniestro Culebron

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El "culebrón" es una de las leyendas más extendidas en áreas rurales chilenas, de Norte a Sur, adquiriendo particular importancia en zonas como el Valle del Aconcagua, San Fernando, Talca, Temuco, Osorno y la Isla Grande de Chiloé. En Santiago es famosa la historia del "culebrón" que habitaría en el ex Fundo y la Capilla Santa Corina de Pudahuel. Alcanza incluso territorios argentinos como Mendoza, donde es llamado "viborón". Corresponde a una extraña criatura con aspecto de serpiente gigante y monstruosa, muchas veces asociada a actividades de hechicería o presencias demoníacas, además de necromancia y custodias de tesoros escondidos en montañas, cementerios o bosques. El "culebrón" suele ser representado o descrito como una serpiente grande y gruesa, con enorme cabeza, a veces totalmente peluda o con pelos sólo en el lomo, otras veces con alas como de dragón, fauces monstruosas y a veces rasgos de animales como caballos, perros o pumas. Otras versiones lo detallan como un ser reptiliano, mitad hombre y mitad serpiente. Suele ser sigiloso y ágil, pudiendo custodiar fortunas sepultadas en cuevas o enterramientos, además de ser convocado por algunos brujos y nigromantes. Sus hábitos son especialmente nocturnos, llegando a ser muy agresivo si es molestado y capaz de hipnotizar a distancia con el poder de su mirada, o bien de causar enfermedades extrañas. Es curioso que exista un mito tan arraigado sobre ofidios descomunales en un país donde no existen serpientes de gran tamaño. También llama que se atribuyan poderes que otras leyendas adjudican a las cobras de Asia y África, como es el encantamiento de sus presas, y que además se le señale capaz de engullir presas enteras incluyendo ganado y seres humanos, condición que es propia de serpientes de gran tamaño. Por estas y otras razones, hay quienes suponen que la tradición y folklore alrededor del "culebrón" llegó a Chile a través de la leyenda ibérica del "cuélebre", otra culebra gigante de ojos incandescentes y habitante de cuevas, muy célebre en las creencias antiguas de Asturias, Galicia y Cantabria. El mito tiene también algunas analogías con el de otras serpientes monstruosas como la Vípera de Grecia o el Ajatar de Finlandia. En Copiapó ha existido una versión local del mito, vinculado a pretendidos acontecimientos que causaron pavor por algunos años aunque hace tiempo ya, en el Cementerio General de la ciudad. Debe ser uno de los reportes situados más al Norte del territorio chileno sobre supuestas apariciones del "culebrón", además, porque parece ser que más septentrionalmente la leyenda se va entibiando y volviéndose menos popular, aunque presente en algunos casos que no dejan de ser interesantes también, como cierto folklore de Antofagasta. Hará unos 30, 40 o más años que comenzaron a correr rumores de esta presencia allí en el camposanto, según recuerda la tradición oral sin grandes precisiones ya. Todo comenzó cuando los guardias del cementerio que hacían el turno de noche, comenzaron a percibir cosas extrañas y ver movimientos misteriosos dentro del recinto, como sacudidas en las ramas de árboles que no podían explicarse, y agitaciones que semejaban al desplazamiento de algo muy grande y pesado entre los mausoleos y nichos. Una de esas noches, según la misma creencia, los empleados lograron distinguir un enorme monstruo que bajaba desde una de las palmeras que aún se encuentran en el cementerio, y descubrieron con horror que se trataba de un enorme "culebrón", que bajaba en horas oscuras para perderse entre las criptas y callejones de sepulturas. Varias veces habrían vuelto a encontrarse con esa monstruosidad allí en alguna de las tumbas, causando pánico a los cuidadores. Nacía así el mito del "culebrón" habitante del Cementerio General de Copiapó, quizás una de las historias más pintorescas que se conocen en el legendario urbano de la región. Esta leyenda de este "culebrón" copiapino guarda ciertas semejanzas con otra mucho más conocida: el mismo monstruo que habitaría en el Cementerio de Purranque, en la Región de Los Lagos. Éste "culebrón" sureño tiene cabeza equina y mora también entre las tumbas, alimentándose de los cadáveres allí sepultados. Como en el caso copiapino, el engendro se refugia durante el día en algún secreto escondrijo del camposanto, saliendo de él sólo durante las noches para causar espanto y amenazar a todo aquel que tenga la audacia o la insensatez de cruzarse en su camino. Se han contado historias parecidas sobre los cementerios de Talagante, Rancagua o Talca, por lo que quizás se trate de una creencia que se ha ido adaptando localmente. Luego de algún tiempo haciendo sus siniestras apariciones y causando temor en los funcionarios municipales de Copiapó, la misteriosa criatura desapareció de allí y jamás volvió a verse. Infelizmente, los actuales guardias del Cementerio General no pertenecen a la generación de trabajadores que conoció del legendario "culebrón", recordando sólo en forma vaga aquella historia que sonó en el ambiente local. Ni siquiera recuerdan cuál de las palmeras dentro de la necrópolis fue aquella donde el supuesto monstruo solía esconderse y dormir durante la luz del día, bajando sólo en las noches profundas y estrelladas de Atacama. En internet sólo encuentro una escueta referencia publicada en octubre del año 2010, en un reportaje de "El Diario de Atacama", por lo que sin duda se trata de algo que va en retirada. Como la leyenda casi ha sido olvidada por los propios habitantes de Copiapó y los funcionarios del Cementerio General, quise dejar acá un pequeño registro con lo que pude conocer del mito, y esperar darle así un pequeño empujón de vida antes de su ocaso final en el folklore oral atacameño.



Fuente: https://urbatorium.blogspot.cl/2013/09/la-siniestra-leyenda-del-culebron-del.html

La siniestra historia del Pez Nicolas



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"Se presume que el "Pez Nicolás" es una leyenda muy antigua convertida en creencia o una creencia hecha leyenda a través de los años y trasmitida en forma oral de generación en generación. Nadie se atreve a decir de qué época data la leyenda o la creencia acerca del 'Pez Nicolás". Al "Pez Nicolás" lo representan como un monstruo marino, con cuerpo de pez y cara de hombre, y en muchas comunidades de pescadores lo han escenificado en burdas y jocosas pantomimas que han sacado en diversiones de pascuas al son de danzas y manifestaciones folklóricas. Las versiones acerca de la procedencia del "Pez Nicolás" son dos, pero convergiendo todas en asegurar que se trató de una persona decarne y hueso. Unos dicen que fue un hijo bestial y desnaturalizado que intentó seducir amorosamente a su pobre madre, quien temerosa de que cayera en ella el "castigo eterno" lo maldijo una y mil veces con todos los poderes de su corazón y lo empujó al mar con su propia fuerza, el cual ensoberbecido se encargó de ir tragándoselo lentamente hasta hacerlo desaparecer. Venezuela Otros aseguran que fue el producto de un incesto convenido entre madre e hijo. Que la desvergonzada madre crió en sus entrañas pérfidas y malditas durante 13 meses, y que al parir semejante engendro de rostro humano y cuerpo de pez, ambos lo arrojaron con el fin de seguir encubriendo su pecado, pero el mar se abrió en ese instante, tragándoselos sin dejar huellas, llevándose así… Aquel horrible secreto Que mucho tiempo después, un pescador hereje, que desobedeció la tradicional orden de no pescar en Viernes Santo porque Dios estaba muerto y no podía guiar y seleccionar la pesca, logró atrapar entre sus redes un extraño ser con cuerpo de pez y cara de hombre que le contó detalle por detalle el por qué de su existencia. Que el pescador envuelto en una fuerte crisis nerviosa logró como pudo ganar la playa con el raro ejemplar de su pesca maldita, donde imploró al Todopoderoso el perdón de su pecado. Que dicho perdón, por una revelación divina, le fue concedido al golpe del "Toque de Gloria", y que entonces relató todo lo acaecido, pero como estaba algo desmemorizado, dio las dos versiones del relato que se ha venido conservando hasta hoy, y que en el fondo tienen alguna coincidencia. De todas maneras, la leyenda del "Pez Nicolás" vive en la mentalidad de viejos margariteños como una demostración de castigo a la inmoralidad y a la desobediencia, y también para patentizar que del cielo a la tierra no hay nada oculto."

La historia del Siniestro Silbon

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Se trata, según la leyenda, de un joven que asesinó a sus padres y está condenado a vagar eternamente con un saco lleno de los huesos de sus progenitores.
Tiene un silbido característico que se asemeja a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, en ese mismo orden subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha muy cerca no hay peligro, ya que el silbón está lejos, pero si se escucha lejos es porque está cerca. También se dice que escuchar su silbido es presagio de la propia muerte.
La leyenda del Silbón nació a mediados del siglo XIX y algunos estudiosos creen que era una forma de control social que la tradición creó para evitar las infidelidades de los hombres.
Dice la leyenda que El Silbón recorre la región llanera con un silbido que estremece al ser escuhado. Confunde, pues cuando se escucha cerca es porque está lejos, y viceversa.
La señal confirmatoria de que el espíritu ronda el vecindario es un característico ruido de huesos que chocan unos con otros.
Se cree que los lleva en un saco, al hombro. Unos piensan que son los huesos de sus víctimas más recientes; otros, que pertenecen a su propio padre.
Para cuando se alcanza a oír el “crac-crac”, sin embargo, tal vez es demasiado tarde.
Cuentan que hubo una vez un joven que descubrió que algo extraño estaba pasando entre su padre y su esposa.
Unos dicen que el viejo le pegó a la joven. Otros sostienen que la violó.
“Lo hice porque es una regalada”, fue la explicación que el viejo dio a su hijo.
La leyenda sigue con que el joven estalló en furia, y se enfrascó en una pelea a muerte con su padre.
De los dos, el padre llevó la peor parte. El joven le asestó un fuerte golpe en la cabeza con un palo, que lo tumbó en el suelo, donde el hijo se le abalanzó y lo ahorcó.
El abuelo del joven, que escuchó de la pelea, fue en busca de la víctima, a todos los efectos, su hijo. El abuelo juró castigar al joven, su propia carne y sangre, por el horrendo crimen que había cometido… contra su propia carne y sangre.
Poco tardó en encontrarlo. Entonces lo amarró y le propinó una andanada de latigazos con un “mandador de pescuezo”, típico del llano.
“Eso no se le hace a su padre…Maldito eres, pa´ toa´ la vida”, le decía.
Para completar la sanción, le frotó ají picante en las heridas y echó al perro de nombre Turéco para que lo persiguiera. Hasta el fin de los tiempos le muerde los talones.

La historia Siniestra de la Sayona

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La Sayona fue una mujer muy bonita que era esposa de un hombre muy mujeriego, poseía varias amantes. El nombre verdadero de La Sayona es Timotea.
Cuenta la leyenda, que una vez, mientras su marido dormía, ella escucho que él mencionaba el nombre Casilda, este nombre corresponde al de su madre. Como ella no confiaba en su marido supuso que una de las amantes de su marido era su propia madre. La mañana siguiente salió muy temprano a casa de su mamá y llevaba entre su vestido un cuchillo muy afilado. Cuando su madre le ofreció café ella le introdujo el cuchillo en el estomago y su madre, agonizando, le dijo:

- ¿Por qué? ¿Por qué lo haces?
- Tu también eres amante de mi esposo
- Una madre es sagrada – le decía, ya casi muriendo – serás una mujer maldita. Me voy a la tumba tranquila pero tú, tú te convertirás en un ser despreciable, y nunca encontraras consuelo ni descanso, vagaras por toda la eternidad persiguiendo a los hombres.

En este justo momento, empieza a vagar por los países venezolanos; La Sayona, apareciéndole a los hombres en el monte, o en la sabana y es aparentemente una mujer muy bella, de cabellos largos y sedosos y de cuerpo hermoso y atrayente.
Los hombres que la ven se enamoran al instante, ella dichosa acepta las proposiciones que se les hacen y se los lleva al monte, una vez que la quieren hacer suya, ella se trasforma de manera inmediata, grita de manera desesperada, sus dientes se convierten en afilados colmillos, su pelo se le alborota completamente, sus uñas se convierten en garras, por la boca echa fuego y los ojos son como dos pelotas de sangre.
Los hombres generalmente se vuelven locos o mueren de inmediato, y solo algunos viven para contarlo. Aquellos hombres que saben de la existencia de La Sayona, cuando viajan solos llevan una cruz de palma bendita y al mostrársela huye despavorida. Ella se esconde generalmente en los riachuelos, en la sabana y los llanos del Estado Apure. En la actualidad, se dice que La Sayona es la mujer del demonio.
En una ocasión, un hombre valiente, con el fin de terminar con su maldición, quiso castigar a La Sayona, se sabe que el anciano se puso la ropa interior al revés, que la buscó, llevando a escondidas unas ramas de altamisa y cuando le salió La Sayona, le rezó el Credo al revés, al castigo duro con las ramas de altamisa pero no pudo quitarle el encano ni sacarla de su maldición, por lo que La Sayona sigue deambulando por los llanos, y sus alrededores