Para ejecutar lo sobrenatural, primero hay que poder lograr lo supranormal.
Y para poder hacer algo supranormal, resulta muy útil si tú mismo eres supranormal. Y para ser supranormal, ayuda mucho si eres diferente. Verdaderamente diferente.
Lo cual no significa que debas seguir un procedimiento previamente establecido o un currículum predeterminado de esoterismo, como por ejemplo aprenderse de memoria las claves enoquianas o los recovecos de la Qabalah.
¿Puedes decir, con la mano en el corazón, que no sabes, ni te importa, lo que muestran las noticias? ¿Eres un ignorante incorregible de la cultura popular —no estás al tanto de las películas más recientes, los actores, cantantes, músicos o productos de consumo 'de moda'?
Si la respuesta a lo anterior es "no", ¿alguna vez has sugerido --o mejor aún, prescrito-- alternativas, intereses e ideas 'de vanguardia'?
¿Cuántas personas que conoces no caen en alguna de ésas categorías?
El aislamiento, la exclusividad, y lo verdaderamente único son los primeros requisitos para ser lo bastante "diferentes" para ser considerado "supranormal".
Un verdadero hechicero nunca está "a la última moda" porque, sencillamente, no tiene interés para él. Tampoco está muy interesado en conseguir libros raros sobre esoterismo o temas ocultos. Un hechicero es ajeno a todo ello y sus búsquedas e intereses son casi siempre desconocidos a quienes le conocen. No es que se enorgullezca mucho de ese aislamiento, ni tampoco le preocupa. Simplemente estudia lo que hace y hace lo que hace porque, para él, es la cosa más natural del mundo. No está "evitando" algo en especial para así aumentar su singularidad. Simplemente no le interesa.
Uno no "evoluciona" o "deviene" en un hechicero. Pese a lo que argumenten muchas órdenes esotéricas, no hay ejercicios para ello. Hay un dicho popular que dice "nunca es tarde para aprender", el cual no aplica en este caso. La predisposición especial de alguien lo bastante diferente para ser considerado "supra-normal" se determina y define a muy temprana edad. Hoy en día se hace mucho énfasis en las habilidades "heredadas". La verdad es que un niño, a muy temprana edad, está mejor calificado para desarrollar poderes especiales que cualquier otro con "predisposición genética".
¿Cuál es la conclusión de todo esto? ¿cómo se aprende a ser hechicero? ¿Qué ejercicios y medidas pueden tomarse para alcanzar el estatus de lo supranormal --o lo sobrenatural? ¿La respuesta? No puedes. Es inútil. Aprende un oficio. Aprende un arte. Desarrolla una habilidad. Haz por lo menos algo que te ponga aparte --un tatuaje extra en tu dedo meñique, ALGO! Entonces, podrás "seguirle el paso" al denominador común de tus semejantes. Por lo menos estarás lleno de magia; la magia de la vida que te hace mover, actuar, reaccionar como organismo, sin necesidad de cables o hilos externos. Eres un milagro contenido en tí mismo, sin réplica en lado alguno. Y para convertirse en un mago de verdad, tal vez te sirva de pìsta el el rápido movimiento independiente de una araña tejedora o el ligero temblor de un retoño de elefante ... todo ello puede servirte de ejemplo.
Pero no te rindas. Puedes hacerte más mágico de lo que ya eres. Aún puedes desarrolar un gran sentido del equilibrio, sin necesidad de giroscopio alguno. Puedes aprender a escribir (con un corrector ortográfico), cantar (con un karaoke) tocar (con un secuenciador) y desarrollar toda suerte de habilidades. Pero nunca serás supranormal, sobrenatural, o un hacedor de milagros. Pero si te sirve de consuelo, tú eres un milagro, así tal como eres.