La clasificación más corriente de los espíritus de la naturaleza es la siguiente:
Los del fuego: Salamandras
Los Farisilles son el masculino y las Shallones el femenino. Habitan y dirigen el elemento fuego, y orientan el camino de los rayos durantre las tormentas. Se les atribuye poder para destruir las fuerzas negativas, maleficios y conjuros que existan sobre una persona, y se los relaciona con los conceptos de cambio y libertad. Se los atrae con el fuego y el incienso.
Los del aire: Silfos y Sílfides
Los Wallotes son el masculino y las Arienes el femenino. Controlan los vientos y corrientes de aire, encauzándolas por canales invisibles. Cuando elementales de baja frecuencia vibratoria los atacan por sorpresa, los vientos se descontrolan y se produce una tempestad. Los Silfos son los elementales más grandes en estatura.
A estos espíritus los atraen los inciensos y los aceites. Se relacionan con la comunicación, los viajes y la inspiración. Alegres y gentiles, son amantes de la luz del Sol y de la Luna, y muy convocados por los magos para desarrollar los poderes de videncia.
Los del agua: Ondinas, Ninfas y Nereidas
En los ríos, los elementales se dividen en Ondinas, que son la versión femenina, y Wallanos, que son la masculina. Aman el agua y se encuentran en sus profundidades, dirigiendo grupos de Minutes (elementales de la tierra) que trabajan continuamente guiando el agua por su cauce natural hasta su salida al mar.
En el mar, por otro lado, habitan las Nereidas; los Nerenes son la versión masculina y las Ensines la femenina. Prestan gran ayuda al hombre ya que controlan las aguas, especialmente cuando hay tormentas, impidiendo que el efecto de éstas sea devastador en las costas. Miden alrededor de 5 centímetros, y permanecen sólo un año en plano físico antes de volver al astral. Trabajan en grupos y sub-grupos.
A estos espíritus de la naturaleza se los puede atraer con lavados y soluciones, ya que rigen los procesos de curación. De gran belleza y aspecto angelical, desde las profundidades acuáticas se relacionan con el amor, la armonía, los placeres sanos y la salud física y psíquica.
Los de la tierra: Rudimes, Unites, Minutes, Gnomos, Elfos, Duendes y Hadas
La variedad de los elementales de la tierra es enorme, pero los más conocidos son:
Rudimes: Tienen muy poca evolución, y carecen de inteligencia y conciencia. Miden 2,5 centímetros de altura y trabajan en grupos de a miles, moviéndose constantemente para, con su movimiento, aumentar la frecuencia vibratoria de los vegetales. Sienten amor grupal y hacia la vida vegetal. Están en plano físico alrededor de un mes para luego ir al plano astral por diez años.
Unites: Miden alrededor de 5 centímetros y permanecen un año en plano físico y 100 años en plano astral. Trabajan en grupos y forman dentro de éstos, sub-grupos. Tienen ya un poco de conciencia y forman parejas para intercambiar poder.
Minutes: Miden entre una y dos pulgadas, viven 5 años en plano físico y luego se trasladan al plano astral por 500 años. Trabajan distintos elementos comandados por las hadas, que también son elementales de la naturaleza.
Nomenes o Gnomos: La palabra “gnomo” viene del griego “Genomos”, que significa “el que vive dentro de la tierra”. Viven 25 años en el plano físico alejados del hombre ya que no les resulta fácil adaptarse a la frecuencia que nosotros manejamos, y mucho menos soportan los ruidos de las ciudades, y alrededor de mil años en el astral. Trabajan el suelo y las raíces de las plantas, dándoles poder para crecer y multiplicarse. Crean sus moradas en los troncos de los árboles. Poseen mediana inteligencia.
Los gnomos atraen riquezas y se los convoca mediante polvos y sales. Sienten afinidad con la sobriedad, la limpieza, la organización y el orden. Prestan su ayuda a las personas ordenadas, laboriosas, amantes de la naturaleza y del saber. Una forma de congratularse con ellos es teniendo una planta en la casa, cuidándola y hablándole. Dicen que se le puede enterrar una moneda en la tierra y pedir que interceda ante los espíritus de la tierra a fines de atraer riqueza y prosperidad.
Elfos y Duendes: Trabajan alejados del hombre, generalmente en los claros de los bosques o montañas. Guían en sus tareas a los Minutes y Unites, generando círculos de poder. Modelan sus propios cuerpos de acuerdo al poder adquirido, y es un orgullo para ellos los grados de hermosura que van logrando, ya que esto es producto de su trabajo. Están alrededor de 500 años en plano físico y cerca 5 mil años en el astral. En el tiempo que transcurren en el plano astral se transforman en Fares o Hadas, que ya pertenecen al plano mental, y también trabajan como elementales de la tierra.
Los duendes y los gnomos poseen características especiales que vale la pena destacar. De aspecto humanoide, no son más grandes que un pulgar, y como todos los espíritus de la naturaleza, son inocentes, pudiendo ser tanto bondadosos como crueles, ya que carecen de toda conciencia ética.
Traviesos por naturaleza, se burlan de quienes los buscan torpemente y son, en cambio, sumisos servidores de los verdaderos Magos. Suelen aparentar una edad madura, aunque viven siglos sin pasar, como los humanos, por los estados de niñez, adultez y vejez. Sus apariencias son siempre las mismas. Salvo la cabeza, grande en relación al cuerpo, son bien proporcionados y van siempre vestidos a la manera campesina, con ropas arrugadas y ajadas como si fuesen muy viejas, pero indestructibles.